
Esto se debió a que muchos de los vecinos de Parvaneh aseguraban que ella tenía la habilidad, a través de ritos, de curar algunas enfermedades que en ese tiempo acechaban la capital del Virreinato. La Iglesia la consideró una bruja y la capturó para el respectivo juicio o acto de fe que la Inquisición realizaba en Lima desde 1573. La mujer, luego de incontables torturas y martirios, tuvo que confesar que su poder provenía del propio demonio, producto del cual obtuvo la mayor de las condenas que fue la muerte en la hoguera. La historia comenta que Parvaneh en pleno acto lanzó una maldición que muchos afirman se refería a la morada en donde vivía.
Se cuenta que la casa comenzó a ruinarse hasta que en el siglo XIX, una familia de asiáticos la compró y la reconstruyó, según se cuenta, muchos miembros de esa familia perdieron la razón al oír voces, gritos, murmullos, dentro de la casa, uno de esos hombres era el dueño del que ya hemos hablado y que debido a esas alteraciones, maltrataba y abusaba de sus empleados.
No obstante, los escépticos confirman de que la leyenda de la Casa Matusita no es más que un vulgar invento que sirvió, para proteger la seguridad un edificio importante ubicado en las cercanías, éste era, la Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica.
Se dice que los norteamericanos inventaron esta historia debido a que podían ser objetos de atentados desde el segundo piso de la casa, además, al frente de la vivienda, se encontraba un antiguo penal llamado El Sexto. Actualmente, la Embajada norteamericana ya no se encuentra en ese lugar, y el penal fue clausurado como tal y lo único que aún sobrevive allí, es el mito que formaron.
Fuente
expedienteoculto.blogspot.com/x
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