Muy bien, la noche del 30 marzo de 1997 mi tío de 48 años murió, las cosas sucedieron de repente. Mi tío amaneció muerto; toda mi familia estaba muy afligida, ya que mi tío Roberto era muy querido por todos.
Resulta que lo velaron todo un día y una noche; al día siguiente de la velación lo llevaron a la iglesia y de allí partía al cementerio, supuestamente su destino final.
Enterraron a mi tío. El cementerio era de bóveda y después de que lo enterraron todos no fuimos a casa de mi abuela a consolarla ya que se encontraba muy mal por lo de mi tío.
Bueno, las cosas pasaron y pues cuando se entierra los muertos en bóveda, se acostumbra a sacarlos de allí a los 4 años..., pues bien aquí viene lo malo e impresionante de la historia: hace dos años fuimos de nuevo toda la familia a sacar los restos de mi tío. Resulta que estaban sacando el ataúd de la bóveda y cuando abrieron la caja, todos quedaron impresionados al ver que el cuerpo, o mejor dicho el esqueleto de mi tío, estaba boca abajo y que sus manos se encontraban encima de la cabeza.
Tal parece que a mi tío lo habían enterrado vivo, los sepultureros siguieron examinándolo y descubrieron que de la desesperación de encontrarse enterrado se había arrancado la lengua con los dientes y también se había arrancado el cabello.
Mi abuelita casi se muere, gritó, lloró... en fin no podía creer que a su hijo lo hubiesen enterrado vivo. Tal parece que a mi tío le había dado un ataque de catalepsia. Y al reaccionar de aquel ataque se encontró enterrado. A veces pienso en su desesperación y lo considero mucho porque debió haber sufrido mucho.
Fuente:Washito.com
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jueves, 27 de agosto de 2009
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